La trocanteritis y/o bursitis de cadera van a menudo muy unidas, es importantísimo un buen diagnóstico para poder diferenciar las dos patologías para afrontarlas con las mayores garantías, conviene distinguirlas bien:

• La trocanteritis es la inflamación del hueso trocánter. Están situados en los laterales de las caderas, a través del cual pasan los principales músculos de las mismas. Esto puede causar dolor en la articulación de la cadera y en las articulaciones y músculos cercanos, así como síntomas generales dolorosos.

• La bursitis de cadera es la inflamación de las bursas presentes alrededor del trocánter mayor del fémur. Las bursas son bolsas rellenas de líquido sinovial que actúan para evitar el roce directo entre las inserciones de los tendones y las prominencias óseas, generando dolor. 

Somos fisioterapeutas expertos en estas dos lesiones. Existen diferentes técnicas de fisioterapia de éxito con las que conseguimos recuperar o mejorar a nuestros pacientes, te contamos todo en este artículo.

En anatomía humana, se conoce como trocánter a la protuberancia ósea que se encuentra en la parte superior lateral del fémur, la cual es fácilmente palpable a nivel de la cadera. Esta zona anatómica del hueso es aquella en la que se insertan varios músculos y tendones, en especial, los del músculo glúteo mayor y glúteo medio.

Esta zona forma parte del complejo articular de la cadera, la cual se encuentra rodeada por una “bursa”, la cual contiene líquido sinovial en su interior, siendo que el mismo facilita el deslizamiento de las distintas superficies que se encuentren en movimiento.

Los síntomas de esta afección varían de persona a persona, pero afectan principalmente el movimiento de la articulación. Estos síntomas son extremadamente limitantes a la hora de realizar las actividades diarias.

El principal síntoma es el dolor punzante y constante en la parte externa de la cadera, el cual se agrava con movimientos como correr, caminar o con sencillamente estar mucho tiempo de pie o sentado en una misma posición.

El diagnóstico de este tipo de afección músculo esquelética debe llevarse a cabo por un fisioterapeuta, quien deberá examinar al paciente, especialmente en bipedestación, en posición supina (acostado sobre una camilla) y en posición lateral.

El diagnóstico de la trocanteritis y/o bursitis de cadera puede ser complicado, ya que todo el proceso depende de la experiencia clínica del fisioterapeuta y de su conocimiento de los trastornos musculoesqueléticos, en clínica San Javier somos especialistas. 

Varias señales de advertencia pueden sugerir que uno sufre de bursitis trocantérea, como un dolor agudo después de un esfuerzo intenso o una lesión. También deben descartarse las enfermedades reumáticas.

Para el tratamiento de la trocanteritis y de la bursitis de la cadera se recomienda el manejo con fisioterapia manual, es decir, la aplicación profesional de una serie de técnicas que evalúan y tratan cualquier alteración corporal, tanto a nivel articular, nerviosa o muscular.

Un buen diagnóstico es fundamental para la aplicación de las diferentes técnicas que podemos manejar los fisioterapeutas para conseguir una optima recuperación. 

Es importante saber que aparte de la movilización y la fisioterapia manual que aplicamos en el tratamiento tendremos que aplicar las siguientes técnicas y tecnología para conseguir acelerar los tiempos de recuperación:

• Diatermia: Es ideal combinar la terapia manual junto con esta técnica, muy efectiva, y que llevamos ejerciendo con mucho éxito en nuestra clínica como es la diatermia, en la que se aplica corriente de alta frecuencia a las capas más profundas generando calor y acelerando el metabolismo celular, lo que alivia la inflamación rápidamente y conseguimos la regeneración celular de la zona. 

• Magnetoterapia Super Inductiva: También introducimos en el tratamiento la terapia Super Inductiva, la más potente y efectiva del mercado, pues se consigue una reducción significativa de la hinchazón y el dolor, mejora de la amplitud de movimiento activa y pasiva de la articulación. El tratamiento de la trocanteritis (bursitis trocantérica) y magnetoterapia con Sistema Super Inductivo (SIS) ha mostrado resultados prometedores en la reducción del dolor y la aceleración de la curación de esta afección musculoesquelética. La magnetoterapia actúa utilizando campos electromagnéticos pulsados que ayudan a mejorar el flujo sanguíneo, disminuir la inflamación y facilitar la regeneración de los tejidos. Los estudios en condiciones similares como dolores de cadera o bursitis han mostrado mejoras significativas en la reducción del dolor y en la funcionalidad del paciente. Además, se ha documentado su eficacia en otros trastornos como el síndrome de dolor trocantérico mayor (SDTM), donde el uso de magnetoterapia ayuda a aliviar los síntomas causados por movimientos repetitivos o sobreuso. En resumen, la magnetoterapia SIS puede ser una herramienta eficaz dentro de un plan integral de fisioterapia que también incluya terapia manual y ejercicios físicos para tratar la trocanteritis.

• Punción seca: Hay veces que también podemos utilizar la técnica de punción seca si existieran puntos gatillos miofasciales en la zona. 

El enfoque dado por el fisioterapeuta se basa en el examen clínico exhaustivo, el razonamiento científico y la perspectiva de cada paciente desde el punto de vista biopsicosocial.

Varias son las circunstancias que favorecen la aparición de trocanterítis: tener lesiones previas de cadera o haberse caído sobre ella, presencia de enfermedades previas como escoliosis, artritis lumbar, dismetría o dismorfía de miembros inferiores.

Otros factores de riesgo son los espolones de calcio y las cirugías de cadera previas con implantes protésicos irritantes. Por último, se puede asociar esta patología con artritis reumatoide, obesidad, sedentarismo o exceso de actividad física.

Esta enfermedad no es del todo prevenible, aún así, existen ciertos elementos a tomar en cuenta que pueden incidir en su prevención o disminuir los síntomas de la trocanteritis.

Se deben evitar las actividades que sobrecargue la articulación de la cadera y las actividades repetitivas, por el contrario, también se debe evitar el excesivo sedentarismo, promoviéndose la actividad física moderada y controlada.

Si se presenta dismetría de miembros inferiores, es importante utilizar plantillas que corrijan la diferencia métrica entre ambos miembros.

El estilo de vida es esencial para evitar o prevenir la trocanteritis, por lo tanto, es importante mantener una alimentación saludable que ayude a controlar la obesidad, siendo que, a su vez, resulta importante la actividad física moderada para mantener activa la articulación.

También es importante consumir jengibre, el cual es ideal para ayudar a contrarrestar el dolor, además del vinagre de manzana, que resulta un clásico de la medicina natural para aliviar cualquier bursitis.

Esta afección musculoesquelética puede complicarse con varios escenarios en los que dicha inflamación puede infectarse, lo que resultaría en una limitación funcional bastante severa.

Otra complicación notoria es el hecho de que se presente una reacción granulomatosa, aunado a una atrofia cutánea y del tejido subcutáneo, ante la constante inflamación de la zona.

También se puede ampliar la inflamación a otras zonas aledañas a la misma, con lo que la limitación funcional se complica aún más.

Cuando las complicaciones de la bursitis trocantérea persisten o empeoran con el tiempo sin un tratamiento eficaz, es aconsejable buscar los servicios de un cirujano para corregir la prominencia trocantérea presente.