• Nuestro Sistema Super Inductivo de magnetoterapia (SIS) posee una gran capacidad de penetración, la más potente del mercado con 7,5 teslas, lo que permite abordar eficazmente el edema óseo al reducir la inflamación en el tejido afectado.

•  Esto ayuda a mitigar el dolor y promover una recuperación más rápidamente, acortando los tiempos de la lesión hasta casi la mitad en algunos casos. 

Los edemas óseos, también conocidos como edemas medulares óseos, son acumulaciones de líquido dentro del tejido medular del hueso que causan inflamación interna, dolor y limitan la movilidad.

En este artículo, exploraremos a fondo las causas y factores desencadenantes del edema óseo, los síntomas que pueden presentarse, los métodos de diagnóstico utilizados, así como los tratamientos con fisioterapia que pueden aliviar esta condición. También discutiremos medidas preventivas y cuidados para evitar el edema óseo, así como los avances científicos en la investigación de esta enfermedad.

Además, destacaremos el Sistema Super inductivo de Magnetoterapia como un gran aliado en el tratamiento del edema óseo.

El edema óseo es una condición que se caracteriza por la acumulación de líquido en los huesos, lo cual puede generar inflamación interna y dolor. Existen diversas causas y factores desencadenantes de esta afección. Entre las principales causas se encuentran:

• Lesiones traumáticas, como fracturas o contusiones, que pueden provocar un aumento del flujo sanguíneo y la acumulación de líquido en el tejido óseo.

• Enfermedades como la artritis, la osteoporosis o la enfermedad de Legg-Calvé-Perthes también pueden contribuir al desarrollo del edema óseo.

• Uso excesivo o repetitivo de una articulación.

• Estrés físico o emocional.

• Mala alimentación.

• Tabaquismo.

Es importante tener en cuenta estos factores para poder prevenir y tratar adecuadamente el edema óseo, ya que su detección temprana puede ayudar a evitar complicaciones futuras.

Los edemas óseos pueden afectar varias articulaciones y huesos en el cuerpo humano, los más comunes son: 

• Rodilla. Los edemas óseos en la rodilla pueden ser el resultado de lesiones traumáticas, como fracturas o contusiones severas. También pueden estar asociados con afecciones médicas como la osteoartritis, donde el cartílago de la rodilla se desgasta con el tiempo, lo que puede provocar estrés en los huesos subyacentes y edema óseo. Otro trastorno que puede causar edemas óseos en la rodilla es la condromalacia rotuliana, que implica un daño en el cartílago debajo de la rótula.

• Tobillo. Los edemas óseos en el tobillo pueden ser el resultado de esguinces graves o fracturas. El síndrome de estrés tibial medial también puede causar edema óseo en la parte inferior de la pierna, incluyendo el tobillo. Otras condiciones, como la artritis reumatoide, pueden provocar inflamación en las articulaciones del tobillo y contribuir al desarrollo de edemas óseos.

• Cadera. Los edemas óseos en la cadera pueden estar asociados con fracturas de cadera, especialmente en personas mayores o aquellas con osteoporosis. La osteoartritis de cadera también puede conducir a la formación de edemas óseos debido al deterioro del cartílago articular. Otras afecciones, como la bursitis trocantérea, que implica la inflamación de las bolsas llenas de líquido alrededor de la cadera, pueden contribuir al desarrollo de edemas óseos en esta área.

• Calcáneo. El calcáneo es el hueso del talón y los edemas óseos en esta área pueden ocurrir como resultado de lesiones por sobrecarga, como correr largas distancias o saltar repetidamente. La fascitis plantar, que implica la inflamación del tejido conectivo en la planta del pie, también puede contribuir al desarrollo de edemas óseos en el calcáneo. Además, las fracturas por estrés en el calcáneo, causadas por la repetición de impactos en el talón, pueden provocar edemas óseos en esta región.

Es importante tener en cuenta que estas son solo algunas de las posibles causas de edemas óseos en estas articulaciones y huesos específicos, pero pueden darse en todos los huesos del cuerpo humano.

Los síntomas del edema óseo pueden variar dependiendo de la gravedad y ubicación del problema. Sin embargo, algunos de los signos más comunes incluyen:

• Dolor intenso en el área afectada.
• Sensibilidad al tacto.
• Hinchazón localizada.
• Dificultad para mover la articulación cercana al hueso inflamado.
• Los pacientes también pueden experimentar rigidez articular, debilidad muscular y limitación en el rango de movimiento.

Estos síntomas pueden empeorar con la actividad física y mejorar con el reposo.

El diagnóstico del edema óseo es fundamental para poder iniciar un tratamiento adecuado y oportuno. Para determinar la presencia de esta inflamación interna en los huesos, se utilizan diferentes métodos diagnósticos.

En primer lugar, se realiza una evaluación clínica exhaustiva, donde el médico recopila información sobre los síntomas y antecedentes médicos del paciente. Además, se lleva a cabo un examen físico detallado para identificar posibles áreas de dolor o sensibilidad en los huesos afectados. Posteriormente, se pueden solicitar pruebas de imagen, como radiografías, resonancias magnéticas o tomografías computarizadas, que permiten visualizar con mayor precisión el edema óseo y descartar otras lesiones óseas. También se pueden realizar análisis de sangre para evaluar los niveles de calcio y otros marcadores inflamatorios. 

Algunos de los edemas óseos más frecuentes incluyen:

• Edema óseo traumático: Ocurre como resultado de lesiones, fracturas o traumatismos en los huesos. Puede ocurrir en cualquier hueso del cuerpo y es común en deportistas y personas que han sufrido accidentes.

• Edema óseo por sobrecarga: Aparece cuando se somete al hueso a un estrés repetitivo o excesivo, como en el caso de corredores, bailarines o personas que practican deportes de impacto. Esto puede causar inflamación y dolor en el hueso afectado.

• Edema óseo avascular: También conocido como necrosis avascular, se caracteriza por la interrupción del suministro de sangre al hueso, lo que conduce a la muerte del tejido óseo. Puede ocurrir en varios huesos, pero es más común en la cabeza del fémur (cadera) y en los huesos del tobillo.

• Edema óseo en enfermedades reumáticas: Algunas enfermedades reumáticas, como la artritis reumatoide o la espondilitis anquilosante, pueden causar inflamación en los huesos y provocar edema óseo.

• Edema óseo por insuficiencia venosa: La insuficiencia venosa crónica puede provocar acumulación de líquido en los tejidos, incluyendo los huesos, lo que puede causar edema óseo.

 El diagnóstico preciso del edema óseo es crucial para proporcionar un tratamiento adecuado y prevenir complicaciones a largo plazo.

Afortunadamente, existen tratamientos con fisioterapia que pueden ayudar a aliviar los síntomas del edema óseo. Estos tratamientos se centran en reducir la inflamación y promover la curación de los huesos afectados.

Nuestro equipo de fisioterapeutas utilizan técnicas como la terapia manual, el estiramiento y el fortalecimiento muscular para mejorar la circulación sanguínea en el área afectada y reducir la hinchazón. Además, pueden recomendar ejercicios específicos para fortalecer los músculos alrededor de los huesos afectados, lo que ayuda a estabilizar las articulaciones y reducir la presión sobre los huesos inflamados.

La fisioterapia también incluye modalidades de tratamiento fundamentales en la recuperación en esta patología como nuestro Sistema Super Inductivo con Magnetoterapia para aliviar el dolor y reducir la inflamación a la vez que acortamos los tiempos de recuperación hasta casi la mitad.

Es importante seguir las recomendaciones del fisioterapeuta y realizar los ejercicios de manera regular para obtener mejores resultados en el alivio del edema óseo.

El Sistema Super inductivo, también conocido como SIS, es una Magnetoterapia de alta potencia que se ha convertido en un gran aliado en el tratamiento del edema óseo. 

Esta terapia utiliza campos magnéticos de baja frecuencia para estimular la regeneración y reparación de los tejidos dañados. A través de la aplicación de ondas electromagnéticas, el Sistema Super inductivo (SIS) puede penetrar profundamente en los huesos y tejidos circundantes, promoviendo la circulación sanguínea y reduciendo la inflamación interna. 

Además, esta técnica no invasiva es segura y no produce ni efectos secundarios significativos ni dolor al paciente.

Numerosos estudios científicos respaldan la eficacia del Sistema Super inductivo en el alivio del dolor y la aceleración del proceso de curación en pacientes con edema óseo.

La diatermia (en combinación con el Sistema Super Inductivo) es una ayuda prometedora en la terapia física para esta patología. Esta técnica también tiene múltiples beneficios terapéuticos, como la mejora de la circulación sanguínea, el alivio del dolor y la reducción de la inflamación en las partes blandas de la zona lesionada. 

Gracias a estos avances tecnológicos, los profesionales de Clínica San Javier podemos brindar a nuestros pacientes una opción de tratamiento efectiva y no farmacológica para combatir esta condición inflamatoria en los huesos y reducir hasta casi la mitad el tiempo de recuperación.

La prevención y el cuidado son fundamentales para evitar el edema óseo. Para prevenir esta condición, es importante:

• Mantener una alimentación balanceada que incluya alimentos ricos en calcio y vitamina D, como productos lácteos, pescados grasos y verduras de hoja verde.

• Además, se recomienda realizar ejercicio regularmente para fortalecer los músculos y los huesos, así como mantener un peso saludable. Es fundamental evitar el sedentarismo y llevar a cabo actividades físicas de bajo impacto, como caminar o nadar.

• También se debe tener precaución al practicar deportes de alto impacto o actividades que puedan causar lesiones en los huesos.

En conclusión, el edema óseo es una condición que puede afectar la salud de nuestros huesos y causar dolor e inflamación interna.

A través de este artículo, hemos explorado las diferentes causas, síntomas, diagnóstico y tratamientos disponibles con fisioterapia para aliviar esta condición. También hemos destacado la importancia de la prevención y el cuidado adecuado para evitar el desarrollo del edema óseo.

Además, hemos mencionado los últimos avances científicos en la investigación de esta enfermedad y cómo la Magnetoterapia Super Inductiva se ha convertido en un gran aliado en el tratamiento del edema óseo.

Sin embargo, es importante recordar que cada caso es único y que siempre se debe buscar la opinión de un profesional de la salud.

Clínica San Javier, 20 años de experiencia nos avalan.