La condromalacia rotuliana (dolor de rodilla) es el reblandecimiento o rotura del tejido (cartílago) en la parte inferior de la rótula. El dolor viene cuando se rozan la rodilla y el hueso del muslo (fémur).

Este reblandecimiento tiene multitud de causas posibles, las cuales deben ser estudiadas para poder abordar la terapia adecuada a llevar a cabo en el paciente.

El dolor de este padecimiento es incesante y limitante en cuanto a las actividades diarias del paciente, de ahí la importancia de diagnosticar y tratar adecuadamente a los pacientes que presenten sintomatología asociada con este padecimiento.

Esta patología usualmente se presenta cuando la porción inferior de la rotula (también conocido como patela) entra en contacto directo con el hueso que se ubica en el muslo, es decir, con el fémur. Dicho contacto causa un dolor intenso, así como inflamación y enrojecimiento que, en conjunto, causa una limitación funcional de la articulación de la rodilla.

Las causas de este contacto directo que se deriva de la degeneración constante del cartílago articular ubicado en el hueso de la rótula, se puede deber a varias causas especificadas, tales como:

• Posición anómala de la rotula.
• Debilidad tensional a nivel de los grupos musculares que actúan sobre la articulación de la rodilla.
• Exceso de actividad física que implique alto impacto para la articulación de la rodilla.
• Pie plano.

Estas son circunstancias que pueden aumentar considerablemente el desgaste natural del cartílago articular, lo que da lugar a la aparición de la condromalacia rotuliana.

Esta patología articular contiene una serie de síntomas localizados que se circunscriben a un dolor “sordo” que se percibe principalmente en las zonas descritas como:

• Debajo de la rótula
• Hacia la parte posterior de la rótula.
• Alrededor de la rótula.

Cuando se flexiona la articulación de la rodilla, puede originarse un sonido como de crepitación o tronado; por lo tanto, la misma puede originarse cuando:

• Se flexiona la rodilla afectada.
• Al bajar unas escaleras.
• Al momento de correr en una pendiente inclinada.
• En el momento de levantarse de la cama o de una silla en la que se haya estado por mucho tiempo sentado.

Muchas personas pueden incurrir en circunstancias que avizoren un alto riesgo de padecer condromalacia rotuliana, en especial, las personas incluidas en este grupo son:

• Personas con sobrepeso pronunciado.
• Pacientes con antecedentes de fracturas, lesiones, esguinces, luxaciones o cualquier otro tipo de trauma en la que se haya visto involucrada la rótula.

Personas que practican deportes de alta exigencia física, tales como:

• Jugadores de futbol.
• Corredores.
• Ciclistas.
• Pesistas.
• Otros que hagan deportes de alta exigencia.
• Adolescentes y adultos sanos con cierta predisposición genética, en especial las mujeres.

El facultativo médico ha de realizar una serie de pruebas luego de un pormenorizado examen físico en búsqueda de la causa del dolor articular.

Si luego de de evaluar al paciente el diagnóstico no es del todo certero, o si los síntomas del paciente no remiten, es recomendable que el médico indique uno o varios de los siguientes exámenes:

Se hace preciso dejar durante un tiempo la actividad deportiva o el trabajo de sobrecargas que desencadena el dolor en la zona, la aplicación de frio calma, pero al comenzar el tratamiento la mejor prevención es evitar esfuerzos excesivos y desarrollar una musculatura potente del cuádriceps que actúe de amortiguador de las posibles sobrecargas, para ello es preciso la colaboración de nuestro fisioterapeuta especializado en rodilla, que nos proporcionará los ejercicios de rehabilitación y fortalecimiento para el cuádriceps sin que la articulación femoropatelar tienda a sufrir.

La primera fase con Diatermia consiste en la aplicación de calor en la zona a tratar a través de unas ondas originadas por corriente de alta frecuencia que penetra los tejidos. Dicha terapia también incluye un efecto biológico sobre el tejido afectado.

El tratamiento de la condromalacia rotuliana consiste de 2 fases:

Fase 1.

• Técnica capacitiva de aplicación de electrodos: En cada sesión se procederá a desplazar el electrodo capacitivo sobre toda la superficie de la articulación de la rodilla y la musculatura que la rodea, con el objetivo de aminorar la inflamación de las estructuras. Para ello será necesario realizar algunos movimientos circulares lentos, procurando mantener una presión moderada.

   

  Duración del tratamiento: existe un tiempo estipulado de aproximadamente de 10 a 15 minutos. 

Fase 2. 

• Técnica resistiva de aplicación de electrodos: El electrodo resistivo procede a aplicarse sobre toda la superficie de la rotula, manteniendo el electrodo en los distintos puntos dolorosos, hasta que la sensación de calor sea demasiado intensa para posteriormente desplazar al siguiente punto que deseemos tratar, incluyendo el talón y la palma de la mano. Obviamente, este electrodo debe ser de pequeño tamaño.

• Duración del tratamiento: En este caso, como el área a tratar es pequeña, la aplicación tiende a durar unos 10 minutos aproximadamente.

• La aplicación y su intensidad: Al principio se trabajan con sensaciones térmicas muy moderadas, ubicadas en grado 2, y si el paciente lo tolera subiremos a grado 3 para que la percepción de la temperatura sea alta, aunque no molesta para el paciente.

Fase 3.

Rehabilitación, Flexibilidad y Mejorar la Fuerza. La combinación con fisioterapia manual es importante para potenciar la musculatura y los efectos de este tratamiento. 

Una de las primeras consideraciones que hay que tener en cuenta, es que el ejercicio físico que tiene que realizar la población en general, y en especial la población con condromalacia, es que debe ser un ejercicio saludable, equilibrado en cuanto a músculos agonistas y antagonistas trabajados.

Para una buena y óptima recuperación de la condropatía, la rehabilitación debe abarcar todos los los músculos de la rodilla, especialmente del cuádriceps (sus fibras oblicuas sobre todo) seguido de contracciones en extensión del mismo. También es muy importante trabajar con el vasto interno del cuádriceps con electroestimulación selectiva. La flexibilidad y la mejora de la fuerza son importantísimas, aconsejándose ejercicios de potencia isométrica. Trabajar con bicicleta estática con una optima regulación de fuerza, pues no conviene forzar. Nuestros fisioterapeutas especialistas estarán muy atentos a todo el proceso evolutivo de la lesión para poder afrontar con todos los protocolos.

Las personas que sufren de esta patología articular tienden a recuperarse por completo, pero podemos acelerar mucho la recuperación con fisioterapia y la calidad de vida del paciente durante el proceso. A pesar de eso, hay que tomar en cuenta que el dolor puede durar mucho tiempo y eso variará dependiendo de cada caso en particular.

En los adolescentes, puede que los síntomas tarden en desaparecer debido al constante crecimiento de las articulaciones y los huesos, pero no hay de qué preocuparse, ya que dichas dolencias podrán desaparecer al llegar a la edad adulta.

Es importante que se tome en cuenta que, para disminuir el riesgo de padecer condromalacia rotuliana, se deben llevar a cabo varios aspectos como lo son:

• Variación de la manera en la que se hace ejercicio.
• Llevar a cabo ejercicios previos de calentamiento y estiramiento para los músculos de la zona (femorales e isquiotibiales).
• Control de peso.
• Uso de plantillas en el calzado, así como ajustarse adecuadamente las zapatillas a la hora de hacer ejercicio.