La tortícolis es un trastorno muy común del movimiento que se caracteriza por una rigidez en el cuello y la cabeza ladeada hacia un lado con limitación de la amplitud de los movimientos cervicales.

La tortícolis puede ser causada por una lesión en el cuello o la cabeza, una enfermedad del sistema nervioso, o una mala postura. La tortícolis también se puede presentar en bebés como una afección congénita.

Los síntomas de la tortícolis incluyen dolor cervical, movimiento limitado en la zona del cuello, rigidez del músculo esternocleidomastoideo, dolor de cabeza y postura anormal de la cabeza.

• Dolor cervical. El dolor cervical es uno de los síntomas más comunes de la tortícolis. El dolor puede ser leve o severo, y puede empeorar con el movimiento.

• Movimiento limitado en la zona del cuello. Otro síntoma de la tortícolis es la limitación del movimiento en la zona del cuello. Puede ser difícil girar la cabeza de un lado a otro o levantar los hombros.

• Rigidez del músculo esternocleidomastoideo. El músculo esternocleidomastoideo está involucrado en la tortícolis, y puede estar rígido o tenso.

• Dolor de cabeza. El dolor de cabeza también puede ser un síntoma de la tortícolis. El dolor de cabeza puede ser causado por la tensión en los músculos del cuello o la presión sobre los nervios en el mismo.

• Postura anormal de la cabeza. La postura anormal de la cabeza es uno de los síntomas más característicos de la tortícolis. La cabeza puede estar ladeada hacia un lado, y la mandíbula puede estar desviada también hacia un lado.

La tortícolis puede ser causada por una lesión en el cuello o la cabeza, una enfermedad del sistema nervioso, o una mala postura etc...Estas son las casusas más comunes:

Hay tres tipos principales de tortícolis: tortícolis idiopática, tortícolis congénita y tortícolis espasmódica psicógena.

• Tortícolis idiopática. La tortícolis idiopática es la forma más común de tortícolis, y se caracteriza por una rigidez en el cuello y la cabeza ladeada hacia un lado. La tortícolis idiopática puede ser causada por una lesión en el cuello o la cabeza, una enfermedad del sistema nervioso, o una mala postura. La fisioterapia ayuda a aliviar el dolor y la rigidez, así como a mejorar la movilidad del cuello.

• Tortícolis congénita. La tortícolis congénita es una afección que se presenta en los bebés. La tortícolis congénita puede ser causada por un defecto en el desarrollo del esternocleidomastoideo, o por una enfermedad del sistema nervioso.

• Tortícolis espasmódica psicógena. La tortícolis espasmódica psicógena es un trastorno del movimiento que se caracteriza por una rigidez en el cuello y la cabeza ladeada hacia un lado. La tortícolis espasmódica psicógena puede ser causada por el estrés, la ansiedad o la depresión.

El tratamiento de la tortícolis congénita y de la tortícolis espasmódica psicógena puede incluir fisioterapia, masajes, ejercicios de estiramiento y/o terapia ocupacional.

El diagnóstico de la tortícolis se realiza a través de la observación de los síntomas. El médico también puede realizar un examen físico, y pedir radiografías o una tomografía axial computarizada (TAC) para descartar otros problemas.

El tratamiento de la tortícolis depende de la causa y es muy importante para poder a proceder con los protocolos oportunos con fisioterapia. La intensidad del dolor y la evolución de la lesión dependerá del origen de la tortícolis, ya que no tendrá la misma evolución si se debe a una contractura cervical lateral o cuando se trate de un síntoma derivado de una neoplasia, de una hernia discal cervical o de una cervicoartrosis. 

• Si la tortícolis es causada por una mala postura, tirón muscular o traumatismos (que suelen ser las causas más habituales) el tratamiento debe incluir estiramientos y ejercicios de fortalecimiento, cambios en la postura y sobre todo fisioterapia. En nuestras clínicas combinarlo con tecnología de diatermia, para según que casos, nos aporta una recuperación óptima, eliminando la posible afectación inflamatoria, a la vez que eliminamos dolor interno y regeneramos la zona celularmente al tratarse de una radiofrecuencia que acelera la llegada y circulación de la sangre en la zona. Con este tipo de técnica aceleramos los tiempos de recuperación a la vez que dificultamos la aparición de los síntomas. 

• Si la tortícolis es causada por una lesión, el tratamiento puede incluir el uso de un collarín o una faja, y el reposo.

• Si la tortícolis es causada por una enfermedad del sistema nervioso, el tratamiento puede incluir fisioterapia, medicamentos, o cirugía en los casos más graves. 

¿Tienes dudas para saber cuál es tu caso? No dudes en contactarnos, podemos ayudarte.

La tortícolis puede ser prevenida con estiramientos regulares de la zona cervical. También es importante mantener una buena postura, y evitar permanecer sentado o de pie en la misma posición durante largos periodos de tiempo.